Diagnóstico equivocado

Diagnóstico equivocado

Hace meses que no actualizaba mi blog, como si hubiera pasado un remolino por aquí, sin visibilidad, sin sentido, sin rumbo, tenía todo lo que alguien puede pedir, pero no me sentía bien para trabajar, ya no sabía qué hacer, o siquiera si debía seguir dibujando, así que pensé que tenía una crisis creativa, combinada con la maternidad (que es una profesión muy demandante física, mental y espiritualmente), la misma que me había alejado un poco de mi taller o de mí misma.

Hace unos años, tenía una rutina, un espacio muy acondicionado para trabajar, mi vida era muy predecible, me sentaba y ya sabía lo que quería dibujar, o al menos no tenía conflictos sobre si debía cambiar o no. Y mi ritmo de trabajo marcada que debía sacar dibujos nuevos cada cierto tiempo, porque si no, te quedas.

Ha pasado un tiempo, hoy sé que no era una crisis creativa, si no es que había tenido tanto movimiento en mi vida, tantos ajustes y aprendizajes, viajes, que nunca me dí el tiempo de re-concoer quien era yo después de cada experiencia, así que se acumularon y como una bola de nieve cayeron sobre mí. A cada paso me preguntaba si eso era lo que quería, y entendí que la persona que se sentaba predecible a dibujar hace unos años, ya no existía. Cuando estás creando constantemente, todo en tu alrededor, lecturas, gusto musical, viajes, lo que comes, inspira y afecta lo que haces, quieras o no. Y yo no lo sabía.

Hoy en día, tengo más claridad de lo que soy y de lo que quiero seguir dando, soltar aquello que ya no existe y que me dió tanto, para dar paso a todo lo que las nuevas experiencias están cosechando. Así de la nada surgió la invitación para exponer en un centro cultural de la ciudad de Guanajuato, proyecto en lo que ahora me concentro y descargo todo aquello que ahora soy y que he aprendido y que es un escalón más en esta carrera.

Gracias por leer, y como les he dicho, a veces me gana la facilidad y comodidad de facebook, pero en mi blog está mi corazón.

Pronto más noticias.