Tan cansado Jeremías de su silencio, nunca dice nada cuando algo le molesta o le lastima, que ahora saca todo en forma de agresión y así se volvió un viejo gato gruñón. Además se pone los zapatos al revés.
hola!! apenas me enteré de tu trabajo! muy creativo por cierto!! te invito a ver mi blog para que conozcas el mío, apenas lo empecé el pasado 25 de diciembre, pero he subido algunos proyectos que he realizado. espero tu comentario ya que eres alguien que ya se desempeña en el medio. un saludo desde Puebla, y te deseo lo mejor.
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un saludo desde Puebla, y te deseo lo mejor.
saludos!